Albanistería en la brega: cambian la historia de las mujeres un tornillo a la vez
Con taladro en mano, Alba Montero y Zulnette García han creado Albanistería en la Brega, una organización sin fines de lucro que busca romper las barreras de género al desarrollar en niñas y mujeres destrezas de bricolaje y ebanistería.
Esta organización, inició en el 2018, como respuesta a la violencia de género que se vive en el país. En ese momento, García, quién es consejera en salud mental, ofrecía servicio directo a mujeres sobrevivientes de violencia en proyectos de vivienda.
“En esos escenarios me di cuenta de que habían muchas circunstancias en las que las mujeres tenían necesidades de reparar cosas en sus espacios de vivienda y no sabían cómo hacerlo. Lo que eso implicaba era que las cosas se quedabas dañadas por mucho tiempo -porque no tenían dinero para pagar a alguien para que las arreglara- o que recurrían a figuras masculinas que no eran seguras para ellas para poder resolver el problema”, señaló García.
Entonces, se acercó a Montero y le propuso ofrecer talleres de bricolaje -concepto que se refiere a la realización de cualquier trabajo manual relacionado a la carpintería, la plomería, la electricidad, así como la reparación, instalación o montaje de muebles- y el uso de herramientas a esas mujeres.
Al ofrecer el taller, “una de las cosas que aprendimos es que todas las destrezas que nosotras enseñamos eran capitalizables, es decir, que -por ejemplo- tú puedes cobrar por cambiar una cerradura, así que era una destreza de vida que se le daba a las participantes y a la vez una oportunidad de desarrollo económico”, comentaron ambas líderes, quienes tras esta experiencia, vieron la oportunidad de generar ingresos ofreciendo este tipo de taller a través de Albanistería.
“Otra cosa que hemos descubierto es que todavía hay que hacer un trabajo de base para que las mujeres puedan entender que ellas sí podrían trabajar como “handywoman” o como ebanistas”, expresó Montero, quien lleva más de 30 años en la industria del bricolaje y la ebanistería y en muchas ocasiones, fue la primera y la única mujer trabajando en el taller.
Sin embargo, “yo me he encontrado en este último año casualmente dos mujeres que decidieron ser ebanistas. Dos mujeres en 30 años; las dos han llegado a mi taller y tienen más de 50 años. No estoy viendo ese deseo en mujeres jóvenes que digan yo me quiero o me puedo dedicar a esto como una posibilidad", añadió Montero.
Actualmente, ConPRmetidos apoya a Albanistería en La Brega con una subvención de $20,000. Con esta suma, la organización realizará dos campamentos de jóvenes, entre los 14 a 17 años y ofrecerá talleres a mujeres sobrevivientes de violencia de género.
“Lo que queremos es darles una probadita y dejarles saber que esto del bricolaje es una posibilidad. Que si alguien te dijo durante tu proceso de crecimiento que el trabajo con las herramientas no era un trabajo para nenas, pues ahora vas a ver nenas haciendo uso de herramientas”, concluyó García.